Primer balance del sector del turismo antes del cierre del año, con un puente de diciembre y una campaña navideña a las puertas, que apunta, como era de esperar, a cifras máximas. La cifra de negocio de las empresas turísticas en España superará los 200.000 millones de euros, “que representará una aportación histórica al PIB por encima del 13%”, como señaló hoy Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo.
La asociación empresarial recordó, en un encuentro con la prensa, que “el turismo español registra cifras récord, con un volumen de turistas internacionales que estimamos cercano a los 95 millones, frente a los 85 millones del año pasado”. Molas resaltó que las temporadas se están abriendo “por detrás”, con un mes de septiembre mucho más positivo en algunos destinos que el mes de julio. Mejoran los datos de estacionalización, “objetivo largamente perseguido por el sector” y los de gasto. Los viajeros gastan alrededor de un 11% más que el año pasado, afirman desde la Mesa.
De cara a 2025, esperan alcanzar los tres millones de trabajadores
El presidente destacó también el “notable comportamiento” del empleo turístico, con la incorporación de 80.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. “De cara de 2025, si la tendencia se consolida, estará en condiciones de superar la barrera de los tres millones de afiliados”, explicó Molas.
Aunque las expectativas para 2025 son positivas, con un clima de confianza moderada por parte de los empresarios, los principales puntos de preocupación son la invasión a Ucrania y la inestabilidad geopolítica resultante, la dificultad para encontrar trabajadores y la formación de los mismos y la ralentización de la demanda nacional, a causa del fin del ahorro provocado por la pandemia y el ascenso de los precios por la inflación.
Los representantes de la Mesa del Turismo calificaron de “malísima noticia” la entrada en vigor ayer del registro de viajeros. Esta iniciativa del ministerio del Interior obliga, en opinión de los representantes del sector, a recabar hasta 42 datos de los clientes de hoteleras, agencias de viajes y empresas de alquiler de coches, entre otros. Esta medida afecta, según su punto de vista, a la privacidad y seguridad de los datos de los clientes, supone una carga administrativa inabarcable para las empresas y una pérdida de competitividad de España respecto de Europa, puesto que es el único país que lo ha puesto en marcha. “Han hecho caso omiso de las necesidades del sector”, señalaron.
La Mesa sí apuntó que al sector le falta “una voz única, un portavoz” que sea el encargado de negociar estos temas con el Gobierno, aunque descartaron ponerle nombre. También reclamaron el posicionamiento del ministerio de Industria y Turismo, que “no ha dicho nada ante una regulación que afecta de manera clave a su sector”.
Fuente. La Vanguardia (03/12/2024)